Las más famosas tradiciones payanesas:
Las Chirimías: son grupos musicales de los barrios que salen en vísperas navideñas a interpretar aires populares por las calles, acompañados por un disfrazado de diablo que solicita limosna, amenazando con látigo. Los instrumentos son: la chirimía propiamente dicha, parecida a la flauta dulce, las tamboras, flautas de carrizo, carrasca, mates, triángulos, quijada y el pífano.
Las luminarias o farolitos: en la noche del 7 de diciembre, vísperas de la fiesta de la inmaculada, toda la ciudad se ilumina con vistosos y artísticos farolitos que penden de balcones y ventanas. La cristiandad rinde homenaje a la Santísima Virgen.
Los pesebres: es una tradición cristiana, se elaboran en todos los hogares pesebres del niño Dios, en varios tamaños y con innumerables piezas, artísticamente organizados; al pie de ellos se reza la novena de Aguinaldos.
Los aguinaldos: empezaban antes de la novena del niño Dios y duraban hasta el 28 de diciembre. Había una gran variedad de apuesta de aguinaldos, unos colectivos y otros individuales como “hablar y no contestar”, “beso robado”, “palito en boca” y otros.
El plato navideño: consiste en un plato con variedad de dulces de leche, calados de frutas, hojaldres, rosquillas y buñuelos que se intercambian en navidad entre vecinos y allegados.
Procesión del “Santo Ecce Homo”: o el amo de belén, como se le conoce, es el patrono de la ciudad y de clase obrera, su imagen es venerada en el templo de Belén, el cual fue mandado a construir por don Juan Antonio Velasco y don Juan Beltrán de la Torre, hombres ricos, fervorosos y creyentes. El Papa Pío IX, a solicitud del capellán Nepomuceno de Velasco, declaró el altar del Santo Ecce Homo como “perpetuamente privilegiado” lo cual acrecentó la fe de los payaneses a su santo.
Su fiesta se celebra el 1 de mayo con una solemne misa frente a la catedral y una multitudinaria procesión donde todos los asistentes portan cirios encendidos ya compañan la imagen hasta la iglesia de belén.
Fiesta de Pubenza: En Popayán se celebran las Fiestas de Pubenza los días 5 al 13 de enero. Durante estas festividades, (el 5 y 6) la gente se lanza a las calles con bolsas de talco y betún para celebrar con espíritu festivo la diversidad racial del país (antes se recurría al agua, pero esa costumbre está desapareciendo), a la manera del Carnaval de Negros y Blancos de Pasto, que originariamente nació en Popayán durante la época esclavista como válvula de escape para la dura segregación imperante en el momento.